Vivir en el extranjero significa enfrentarse a nuevas costumbres, tradiciones y culturas. Conocer la sociedad de acogida, con sus características a menudo diferentes de aquellas de las que proceden los emigrantes, no es fácil, entre otras cosas por los prejuicios y el racismo.
Emigrar no es una elección fácil ni para los que se van ni para los que se quedan. Sin embargo, estas dificultades no han impedido ni impiden que los emigrantes participen en el proceso de crecimiento de los países receptores.
El área 14, dedicada a la relación entre migración y comunidad, explora a través de cuatro secciones las relaciones e interacciones del migrante, en continuo equilibrio entre la comunidad de llegada y la comunidad de origen.
Una selección de vídeos de los Archivos Rai Teche y el Istituto Luce introduce al público en el tema de la dimensión familiar y los afectos íntimos: ¿cómo se siente quien se va o quien se queda? ¿Cómo se encuentra uno en la nueva condición? ¿Qué cambia en la vida de uno? ¿Cómo se mantenían en contacto en una época sin Internet ni redes sociales? ¿Era uno siempre bienvenido o en algunos casos tenía que vivir como clandestino? El tema de la dimensión doméstica también es abordado por una secuencia fotográfica compuesta por imágenes históricas y contemporáneas que ponen de relieve las diferentes soluciones de vivienda disponibles para los migrantes italianos a lo largo del tiempo.
A continuación, tres videoinstalaciones proponen, a través de la interpretación de un actor, dudas sobre elecciones relacionadas con la vida amorosa, la alimentación y el trabajo.
Las estaciones de archivo, por su parte, permiten conocer tanto la discriminación sufrida como las acciones delictivas llevadas a cabo por inmigrantes italianos.
Por último, a través de instalaciones interactivas, es posible conocer a inmigrantes italianos que han contribuido al desarrollo social, cultural y económico de sus países de llegada, reconociendo el papel activo del inmigrante en la sociedad.