La historia de la migración está amargamente salpicada de accidentes y tragedias causados por las precarias condiciones de viaje, la explotación de los trabajadores migrantes, la falta de protección adecuada y la violencia racista. La emigración italiana no fue ni es una excepción.
El memorial, una instalación ambiental acompañada de una estación multimedia constantemente actualizada, pretende recordar algunas de las "tragedias de la emigración" más significativas: episodios luctuosos y dramáticos que, durante los siglos XIX y XX, han asolado la historia italiana, afectando a miles de personas.
Desde el trágico naufragio del vapor Oncle, ocurrido en 1880 pero de tremenda actualidad, hasta los dos accidentes laborales más tristemente célebres de Marcinelle (Bélgica) en 1956 y de Mattmark (Suiza) en 1965, pasando por los linchamientos por motivos raciales de Nueva Orleans (Estados Unidos), en 1891, y Aigues Mortes en Francia en 1893, el monumento es, pues, un justo homenaje a la memoria de los que perecieron, y perecen, en busca de un futuro mejor, de una vida digna y libre, al dolor de sus familias, a los años robados a tantas vidas.
La instalación, compuesta por numerosas cuerdas anudadas que evocan acontecimientos luctuosos y el número de víctimas, sugiere y propone un momento de reflexión sobre los hechos históricos que han marcado la emigración italiana y su correspondencia con los trágicos episodios ligados a las migraciones actuales, de las que somos espectadores cotidianos, para que denunciando su absurdo cada uno pueda detenerse en la singularidad de cada vida.