Giovanni Piazza nació en 1890 en Sirone, una pequeña localidad de la zona de Brianza, en el seno de una familia muy pobre. Interrumpió sus estudios en el tercer año de primaria y pronto aprendió el oficio de cantero, profesión que le llevó a buscar trabajo en el extranjero.
Se marchó a Suiza en 1910, aconsejado por un amigo suyo, Giovanni Rigamonti, que ya estaba en Lugano y debía regresar a Italia para cumplir el servicio militar. Rigamonti le ayudó a organizar el viaje: lo remitió a su antiguo empleador y le dio los datos de contacto de su alojamiento y de un compatriota que vivía allí. Emigrar no era algo difícil en esos años: con 40 céntimos y el pasaporte estaba listo en poco tiempo, sin demasiados trámites burocráticos y muchos optaban por la opción extranjera.
Giovanni relata su experiencia hasta el más mínimo detalle, desde la atención a la ropa que eligió hasta la paga que le ofrecieron los jefes del lugar de trabajo, pasando por la vida cotidiana de un emigrante en Lugano, mientras era huésped de una familia.
Un día, mientras paseaba, se encontró con el profesor de música Maggioni, que daba clases en Sirone. Éste le ofreció entrar en la banda de la ciudad y le llevó a conocer al director de la escuela de música de Lugano , que le ofreció un contrato como clarinetista. El profesor invitó a Giovanni a la escuela de música para una audición y le indicó estudiar clarinete cuatro días a la semana -martes, miércoles, jueves y viernes- y el sábado por la noche sería el concierto final en la plaza de la escuela. Una vez de vuelta en casa tuvo que practicar, y por su trabajo como músico le pagaban 11 liras a la semana.
Regresó a Italia en 1927.
Testimonios recogidos en colaboración con el Archivio Diaristico Nazionale.
Giovanni Piazza nació en Sirone, una pequeña localidad de la zona de Brianza.
Se marchó a Suiza, aconsejado por un amigo suyo, Giovanni Rigamonti.
Regresó a Italia.