Las motivaciones que han impulsado y siguen impulsando a millones de personas a emigrar son muy complejas y articuladas. Esta sección presenta las historias de italianos que decidieron marcharse al extranjero no para encontrar trabajo, sino para salvar su vida o darle un nuevo sentido, junto con las de quienes se vieron obligados a partir.
Es el caso de quienes huyeron por motivos políticos: desde los protagonistas del Resurgimiento Italiano hasta todos aquellos que se vieron obligados a abandonar Italia durante el régimen fascista, desde los activistas políticos hasta los trabajadores, hombres y mujeres que se negaron a afiliarse al partido fascista, pasando por los judíos italianos que se vieron privados de los derechos individuales más fundamentales.
Durante la Segunda Guerra Mundial, además de las deportaciones llevadas a cabo por los nazi-fascistas, se produjeron enormes traslados de ciudadanos italianos al extranjero: trabajadores forzados y prisioneros de guerra. Al final del conflicto, comenzó el llamado éxodo juliano-dálmata, en el que miles de personas huyeron de los territorios asignados a Yugoslavia.
En esos mismos años se consolidó el movimiento migratorio femenino vinculado a las reagrupaciones familiares y se generalizó la práctica del matrimonio por poderes.
Por último, se dedica un estudio en profundidad a los misioneros y cooperantes que deciden vivir y trabajar en el extranjero movidos por ideales de fraternidad, justicia y desarrollo a escala planetaria.