"Los italianos han ido a todas partes del mundo» es una afirmación recurrente cuando se habla de la emigración italiana y se destaca su laboriosidad y su capacidad para crear oportunidades de desarrollo en cualquier contexto. Pero, ¿es cierto? Si no en todas partes, actualmente la presencia italiana está oficialmente documentada en más de 185 países (datos del Registro AIRE).
Según las estadísticas oficiales, el 1 de enero de 2020 viven en el mundo 5.486.081 italianos, mientras que se calcula que hay 80 millones de descendientes de emigrantes italianos.
Estos últimos son los herederos de los ciudadanos que han ido emigrando a través de los siglos desde todas las regiones de Italia.
Aunque con características y motivaciones diferentes de una región a otra, a lo largo del tiempo un importante flujo de personas ha ido dejando Italia. Partir sin referencias, o siguiendo los pasos de compatriotas y familiares, dando lugar a las llamadas "cadenas migratorias"; partir decididos a no volver o, por el contrario, deseando regresar a Italia; llamados al extranjero para trabajar como obreros cualificados; partir solos o con la familia; dejar Italia para seguir el amor o abandonar una tierra avara en oportunidades.